5 cosas que te indican que estás listo para comprar departamento

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¿Cansado de vivir con tus padres, suegros o roomies? Es momento de alistar lo  que necesitas para comprar tu primera casa o departamento. Echa un vistazo  al checklist que te preparamos para que nada te tome desprevenido  y alcances tu meta.  

1. Desarrolla el hábito del ahorro 

Nada que valga la pena se logra de la noche a la mañana. Comprar casa  generalmente implica algún tipo de financiamiento y comprar a crédito sin  duda requiere disciplina para que tus pagos siempre estén puntuales.  

Los expertos en finanzas personales recomiendan empezar este compromiso  de compra desarrollando el hábito del ahorro. Dado que lo ideal es no destinar  más del 30% de lo que ganas en gastos de vivienda (renta o pago de hipoteca)  para no comprometer los otros aspectos de tu vida, puedes empezar por ahí.  

Si todavía vives con tus padres o rentas en otro lado, comienza a llevar un  presupuesto o a ser más estricto con él para determinar si a pesar de tus gastos  mensuales, eres capaz de guardar 3 mil pesos si, por ejemplo, ganas 10 mil al  mes.  

Hazlo por 6 meses, si eso no afecta tu estilo de vida, vas por buen camino. De  lo contrario, tendrás la certeza de que todavía no estás listo para ahorrar a ese  nivel. Pero no es malo, solo hay que buscar otros caminos para lograrlo: una  fuente adicional de ingresos o recortar tus gastos hormiga podría funcionar.  

2. Reúne un buen enganche 

Acostumbrarte a ahorrar como una prioridad y parte de una meta futura ya es  bueno por sí mismo, pero también porque te ayuda a reunir el enganche de tu  casa o departamento. El enganche mínimo recomendable es de 10%, pero es  mucho mejor reunir entre 20 y 30% del valor del inmueble que vayas a  comprar. Si la casa cuesta un millón de pesos, reunir 300 mil pesos como enganche te dará mejores condiciones, porque evitarás pagar por más tiempo  intereses, comisiones y otros conceptos incluidos en un crédito hipotecario.  

Los bancos no financian el 100% del valor de una propiedad, el enganche y los  gastos de escrituración (que pueden ser equivalentes hasta el 8% del valor del  inmueble) deben salir de tu bolsillo y por ello necesitas estar preparado.  

3. Reduce tu nivel de endeudamiento 

Sobregirar las tarjetas o pagar el mínimo no solo es un comportamiento que  afecta tus finanzas, sino también tu capacidad para ser sujeto de crédito. Entre  mejor pagador seas, mayor acceso tendrás a financiamientos más altos con  mejores tasas de interés.  

Si tu meta es comprar casa o departamento, es mejor que vayas poniendo en  orden tus deudas. Tu historial crediticio reflejado en el Buró de Crédito es  consultado por los bancos y, con base en lo positivo o no que sea tu  comportamiento de pago, aumentarás tus probabilidades de recibir el  financiamiento que buscas para comprar tu propio hogar.  

4. Asegúrate de ser sujeto de crédito (sobre todo si eres freelencer) 

Comprobar ingresos y, por lo tanto, ser sujeto de crédito es más fácil para un  asalariado que para un freelancer. Si este es tu caso, toma en cuenta que como  trabajador independiente te darán crédito en la medida que acredites tus  ganancias, estés dado de alta en la Secretaría de Hacienda y Crédito Público  como persona física con actividad empresarial y dicha actividad debe  concordar con esa alta. 

5. Considera tu estabilidad laboral  

El compromiso de una hipoteca te acompañará por los siguientes 5 a 20 años  y aunque en la actualidad es difícil tener absoluta certeza de los empleos, sí se  requiere cierta estabilidad laboral para garantizar el cumplimiento de tus  pagos mensuales e incluso para ejercer tu crédito hipotecario si eres  derechohabiente Infonavit o Fovissste. 

Y un tip adicional: será necesario que tengas tu objetivo de compra muy claro:  qué tipo de casa quieres, su ubicación, tamaño, número de recámaras. Nuestra  sugerencia es que compres el inmueble que cubra tus necesidades actuales,  no las del futuro (cuando te cases o tengas hijos) y, principalmente, la casa que  puedas pagar. Cumplir tu sueño se puede volver una pesadilla financiera si no  te preparas previamente para enfrentar las eventualidades en el proceso.